miércoles, 3 de marzo de 2010

La suerte del dodo

Allá a finales del siglo XVII se produjo la extinción de una especie de ave, una extinción que se ha tomado como ejemplo de extinción causada por el hombre. Nos referimos al dodo (Raphus cucullatus), un ave endémica de la isla de Mauricio. Su incapacidad para volar, su carácter tranquilo y su abundante carne la hicieron pronto presa fácil y apetecible para los navegantes que en aquel momento exploraban las islas del océano Índico. Además, por si fuera poco, su desaparición se vio acelerada por la introducción de toda la fauna que acompañaba a dichos navegantes, como son gatos, cerdos, perros, etc., que depredaban al dodo o que modificaban fatalmente su hábitat natural... Es esta, la del dodo, una historia conocida, si bien no la única. Así pues, veamos otras especies de aves que, al igual que el dodo, sucumbieron bajo la mano del hombre.

Nos situamos ahora en la isla de Rodrigues, muy cerca de Mauricio. Debido a la persecución que sufrían en Francia por parte de Luis XIV, un grupo de hugonotes deciden instalarse en esta isla alrededor de 1692. Al llegar se encontraron con el solitario de Rodrigues (Pezophaps solitaria), un ave endémica de la isla y que, al igual que el dodo, no volaba. Tomado como alimento fácil debido a su buen sabor, en especial el de las crías, y cazado por los gatos llevados a la isla por parte de los colonizadores, el solitario de Rodrigues desaparece hacia el año 1760. El dodo y el solitario de Rodrigues son los dos únicos componentes de la familia Raphidae, incluida en el orden de las Columbiformes, por lo que ambos estarían emparentados con las actuales palomas.

En el mismo archipiélago que Rodrigues y Mauricio, las Islas Mascareñas, se encuentra Reunión. En esta isla hubo también un ave endémica, el ibis sagrado de Reunión o solitario de Reunión (Threskiornis solitarius), que, descubierto en 1613, tampoco pudo sobrevivir a la llegada del hombre. De él se ha escrito menos, si bien las descripciones hechas por naturalistas de la época lo comparan en apariencia al ibis sagrado actual, aunque sin la capacidad de volar que sí posee éste último. El ibis sagrado de Reunión, no obstante, podía huir de sus perseguidores planeando, aprovechando desniveles del terreno con tal fin. En un principio fue incluido en la familia Raphidae, si bien más tarde se reclasificó la especie y se la incluyó en el orden Ciconiiformes, emparentándose con las cigüeñas.

Por último, hablaremos de otro ave que, al igual que las anteriores, desapareció debido a la caza indiscriminada llevada a cabo por el hombre. Esta ave es el alca gigante (Pinguinus impennis), ave que habitó en su época de mayor expansión la mayoría de costas del Atlántico Norte. Debido a su incapacidad para volar y a lo apetitoso de su carne y sus huevos se la cazó de manera más o menos sostenible desde la Prehistoria, aunque iba cediendo terreno a lo largo de los siglos, de modo que a finales del siglo XVI sólo abundaba al norte de Nueva York. Así llegamos al siglo XIX, donde soldados napoleónicos llegados a la zona de Islandia se cobraron cientos de ejemplares y huevos, añadiéndose a esto un terremoto en 1930 que hundió en el mar una de las islas utilizadas como hábitat por el alca gigante. Debido a esto, el alca gigante se convirtió en un ave muy rara y comenzó entonces una lucha entre museos y coleccionistas privados por hacerse con ejemplares que exponer antes de su desaparición. Lucha que terminó en 1944 cuando, el 2 de junio, un cazador divisó una pareja de alcas gigantes, las dio caza y desde ese momento no se tuvo nunca más noticia alguna acerca de esta ave. Como apunte, decir que fue la primera ave a la que se denominó "pingüino", palabra que posteriormente se generalizó a otras aves descubiertas en el hemisferio sur y que por mecanismos de convergencia evolutiva mostraban las mismas características que el alca gigante, si bien ésta pertenece a la famila Alcidae mientras que las aves comunmente llamamadas pingüino pertenecen a la familia Spheniscidae.

La idea del post la tomé de un reportaje oído en el programa de radio de ciencia y divulgación "Partiendo de cero", de Onda Cero, que se emite las madrugadas de sábado a domingo a las entre las 4 y las 6 de la madrugada.

Imágenes: Wikipedia.