martes, 27 de abril de 2010

La Passarola, la primera aeronave de la Historia.

Está instalada en el imaginario popular la idea de que fueron los hermanos Montgolfier los pioneros en idear y construir la primera aeronave de la Historia, si bien este hecho es erróneo, pues 74 años antes que los hermanos franceses un religioso e inventor de origen brasileño (portugués en ese entonces) llevó a cabo la primera demostración aérea: un globo de aire caliente no tripulado. El personaje al que nos referimos es Bartolomeu Lourenço de Gusmão, un sacerdote jesuita nacido en Brasil, con unas dotes intelectuales excepcionales y que se trasladó a Portugal a la edad de 22 años.

Ya instalado en Lisboa, en 1709 solicitó al Rey Juan V de Portugal la petición de privilegio de patente sobre la invención de una “máquina para andar por el aire”, la cual le fue concedida, aunque los planos, los materiales y el modo de funcionamiento no estaban claramente precisados. Así, en agosto de 1709, de Gusmão se presentó ante la corte para efectuar diversas demostraciones, llevadas a cabo con globos de pequeño tamaño y cuyos resultados fueron desiguales: desde un globo que ardió sin llegar a elevarse, hasta otro que se elevó y posteriormente ardió. Sea como fuere, en estos ensayos se consiguió elevar un pequeño globo hasta el techo de la estancia, que permaneció por un tiempo en el aire hasta que se suavemente se posó en el suelo. Ante el éxito de esta última experiencia se realizó la demostración definitiva con un aparato mayor que los anteriores, aunque sin la capacidad para levantar a un hombre; exhibición que fue todo un éxito (el invento llegó a elevarse 4 metros antes de posarse en el suelo) y a partir de la cual de Gusmão sería apodado como el Padre Volador. Incomprensiblemente, el Padre Volador no continuó sus investigaciones y marchó fuera de Portugal para regresar años después, momento en el que la Inquisición le acusó de ser “socio del diablo”, por lo que huyó España, muriendo en Toledo en 1724 con casi 39 años.

El aparato volador, al que se denominó Passarola, fue la primera aeronave conocida de la Historia en efectuar un vuelo. Se trataba de un aerostato del que no se conocen sus características técnicas con precisión por la pérdida de los documentos originales. Se supone que fue una cesta grande con forma de barca con una fuente de ignición instalada en su interior y a la que iban atadas grandes lonas donde se acumularía el aire calentado; por lo que tendría características técnicas similares a los actuales globos de aire caliente. Así, los dibujos y maquetas que se conservan hoy en día están basados en las declaraciones e ilustraciones de un alumno de matemáticas de de Gusmão que, harto de que le preguntaran acerca del misterioso ingenio por ser la única persona con acceso a él, decidió inventarse un exótico aparato con forma de ave que ascendía gracias al magnetismo, explicación científica para muchos misterios científicos en la época. De este modo, y contando con la complicidad de de Gusmão, el muchacho consiguió mantener en secreto tanto el diseño como el principio físico que permitía la elevación de la Passarola.

Imagen: Wikipedia